viernes, 26 de septiembre de 2008

Cómo Mickey Mouse entro al mundo de la caricatura











Hace 75 años, el ratón más famoso de la historia entraba en escena en el corto de animación Steamboat Willie. A través de los años, el personaje crece en popularidad. La web, uno de los de los altares más populares de este fin de siglo, es el lugar elegido por miles de fans de Mickey Mouse para rendirle homenaje.

Uno de los grandes símbolos de los Estados Unidos es este pequeño ratoncito de color negro, cara blanca, enormes zapatos de payaso y unas orejas rígidas y redondas: Mickey Mouse.

Este personaje animado apareció por vez primera el 18 de noviembre de 1928, en la sala del Colony Teather de Nueva York, donde se estrenó el cortometraje animado Steamboat Willie. El público, sorprendido, fue conquistado por la vivacidad, los grititos y los silbidos de aquel ratón que piloteaba una antigua barcaza sureña.

Sin embargo, no fue éste el primer filme de Mickey. Disney había producido otros dos cortos, Galopín Gaucho y Loco por los aviones, que no logró distribuir al ser cintas mudas, justo el mismo año que El cantor de jazz, la primera película sonora de la historia, revolucionó la historia del cine.
Desde su primera aparición en 1928, Mickey pasó de bromista a ser todo un caballero. Dibujado con trazos sencillos por Walt Disney para que su ayudante Iwerks hiciera las tiras a toda velocidad, Mickey apenas ha cambiado en 70 años.

Durante el año siguiente Mickey protagonizó 21 filmes, que recorrieron las pantallas de Estados Unidos, en especial, las sesiones de los sábados, refugios de tantos niños que trataban de vivir sus sueños infantiles en un país que, con la gran depresión económica encima, comenzaba una dura década. Enseguida Mickey se convirtió en el personaje más querido y famoso de los Estados Unidos.


La evolución del ratón

Mickey Mouse fue el primer personaje de dibujos animados que tuvo voz propia, y con ello se inició una tradición que hasta el momento sigue vigente. “Mickey fue el principio” dijo una vez Walt Disney, quien también aseguró que “gracias a Mickey pudimos seguir adelante y conseguir que los dibujos animados fueran un verdadero arte.

Hace 75 años, el personaje de Walt Disney era un ratoncito de simples rasgos: dos círculos que definían su cabeza y cuerpo, cuatro delgadas líneas que definían sus extremidades.

En estas más de 70 décadas, Mickey Mouse fue evolucionando: su nariz se hizo más pequeña y engordó un poco. En lugar de dos puntos negros al centro de su cara se le pusieron pupilas así como cejas.

El ratón de aquella época, distinto al actual, era un torbellino, un ser lleno de actividad, bromista, y un despreocupado con la voz aflautada. Fue el propio Walt Disney quien dobló la voz al ratón durante 20 años. Para Disney, el secreto de Mickey radicaba en que “es un buen tipo que nunca hace daño a nadie, que se mete en líos sin querer, pero que siempre se las arregla para salir de ellos sonriendo”.
Con el tiempo, Mickey se convirtió en un personaje bondadoso, afable y preocupado por sus amigos: un perfecto caballero. Aunque Mickey Mouse sigue siendo el símbolo y la imagen de Disney, a partir de los años 40 deja de ser la estrella de las producciones, para dar paso a otros personajes muy distintos, como el desgarbado Tribilín (Gooffy) o el cascarrabias Pato Donald.

Pero, como todos los mitos, la imagen de Mickey Mouse creció, una vez desaparecido su creador, y entonces empezó a forjarse su leyenda.